jueves, 7 de abril de 2011

PAPA DIO, EL GORDITO EN EL REINO DE BUDA... POR QUE SOY ATEO

¡Soy ATEO! Lo confieso y no me da vergüenza!

No siempre fui así, mi falta de fé es el resultado de algún trauma de infancia o la falta de muñequitos a la hora adecuada.

Les cuento:

Nací en el seno de una familia rota cuando tenía 4 años el Ingeniero y la doña tomaron la sabia decisión de tomar caminos separados y divorciarse.

Pienso que fue sabia esa decisión, porque ahora que los observo son como el aceite y el agua, como el chocolate y la medicina, como el romo y el suero de hidratar.

El Ingeniero es rosca izquierda, difícil de penetrar, poco espiritual, duro del codo y muy reflexivo, por su lado Dona Ada es la evocación perfecta de la felicidad, alguien que no le da mente a nada, fanática de las religiones, dioses, doctrinas y actividades esotéricas.

¡Yo no veo como esos dos liguen! ¿Ustedes si?

Como era de esperarse me crié en la casa de Doña Ada, sufriendo así los embates de ese camaleónico gusto por cambiar de religión.

Es que en eso de creer en Dios mi madre era un poco pirata, no tenía bando fijo, hoy era evangélica, mañana mormona, pasado budista y así sucesivamente, esto se reflejaba en toda la extensión del calendario:

Los lunes era evangélica y con biblia en mano recibía a 3 predicadoras con sus faldas largas, moños y ausencia total de maquillaje.

Los martes era Hare Kishna recibiendo a 3 tipos con cabezas afeitadas, túnicas, un olor a “Monito juyendo” (MAL OLOR, GRAJO, DESCOMPOSICION, PODREDUMBRE, ETC…) y una nota (viaje, trip, join) producto de algún psicotrópico.

Los miércoles era el turno de los Testigos de Jehová quienes con su visión exegética (LITERAL, CERRADA) de la Biblia pasaban por casa a explicarnos con lujos de detalles las razones por las cuales debíamos creer en la existencia del Jardín del Edén, Adán y Eva y un millón de cosas absurdas mas.

Los jueves era el turno de los mormones, debo confesar que era el grupo que más me gustaba, pues a casa llegaban 2 o 3 misioneros de los cuales siempre había al menos una gringa, rubia y bonita, lo cual era muy apetecido durante mi morbosa adolescencia.

Los viernes era el peor día, el favorito de Mamá, recibía la visita de la señora Idaka, Yoko, Keiko, Akiito y otros Japoneses, juntos prendían incienso y con una campanita, frente a un altar que había en la sala justo al lado de la TV, arrancaban a rezar repitiendo MIL Y UNA VECES un mantra que decía NAMIO JOREN GEKIO…

¿Saben los que es eso? Todos los invasores eran mas puntuales que un Suizo, a las 3:00 de la tarde, justo cuando el letrero de WB y la canción del Corre Caminos aparecían en la pantalla, el timbre sonaba y los rezadores se apoderaban de mi vivienda.

Era como para llorar, el Show de Porky nunca pudo ser disfrutado, no conozco cual fue el destino de Candy, no se si el Galáctico se levantó a la princesa Aurora o si por el contrario Glotín en el Toro Espacial se había hecho con ella, LOS JAPONESES, GRINGOS, KRISHNAS, TESTIGOS, O EVANGELICOS NUNCA ME DEJARON VERLO.

Recuerdo un día que con Ángel (Mi hermano menor) me rebelé, le pusimos candado a la puerta de hierro y escondimos la llave, esto con el fin de impedir el paso de las hordas religiosas y disfrutar los muñequitos.

Ese día creímos que veríamos al Corre Caminos escapar de las garras del Coyote, por lo que con pop corn en las manos nos sentamos en la sala, prendimos el televisor y cuando escuchábamos una canción que decía así:

“Si estás en la carretera y oyes un pi pip, ten la seguridad que se trata de mi y si intentas seguirme te vas a perder, pues ni el feroz coyote me puede coger, corre caminos pipip es mas veloz que un jet, tonto coyote ya no sabe ni que hacer…”

Sonó el timbre de la puerta, mamá abrió y la señora Idaka con su séquito apareció tras ella, yo esbocé una sonrisa macabra de complicidad pues pensaba que nada podrían hacer contra el candado, jajjajaja, grande fue mi sorpresa al ver que entre los dedos de mi madre había una llave ¡NOOOOOOO ESTO NO ME PUEDE ESTAR PASANDO A MI!!!

Ella abrió y las hizo pasar… Lo cual se repitió una y otra vez hasta que ya tuve edad suficiente como para no ver muñequitos.

¿Entienden? Si Dios es tan necio como para enviar a un grupo de adultos a interrumpir  ¡Yo no quiero creer en Dios! jajajaja

Tal vez si las visitas hubieran sido a las 5 o 6 la historia fuera otra y hoy quien les escribe ostentara la investidura de obispo o predicador de alguna Iglesia.

Mientras tanto en mis sueños veo como Sam el Rey del Judo aparece en una iglesia y encuentra en un sacerdote al hombre tuerto que mató a su padre… JAJAJAJA

¡Gracias Mamá!

martes, 15 de marzo de 2011

MI PRIMER SALARIO Y EL ROMO ULTERIOR

Recuerdo vagamente mi primer contacto con la vida productiva, era el año 1994, yo tenía 20 años y vivía en casa del Ingeniero, el padre Banilejo que el destino puso en mi camino, de quien cada semana recibía la cuantiosa suma de RD$300.00 con los cuales echaba gasolina al carro, sacaba copias en la universidad y resolvía todas mis necesidades.

Un día no se por que carajos amanecí con la ambición revolteada, de repente los RD$300.00 que mi viejo me daba no eran suficientes, recuerdo que para la época mi afición por el romo y la calle, competían de hombro a hombro con las otras actividades de mi vida cotidiana.

Como un trago de romo costaba cerca de RD$20.00, la entrada de Neon, la disco de moda RD$30.00 y siempre había que dejarle RD10.00 o RD$20.00 a de la Paz el moreno que hacía las veces de seguridad y portero de dicho establecimiento, ya mis RD$300.00 no cubrían mis necesidades, máxime cuando el Mazda 929 que me servía de transporte debió ser incautado por Green Peace ya que cada vez lo encendía en Arabia Saudita un Sultán Árabe petrolero tenía un orgasmo.

Así me puse frente al computador y cuidando rigurosamente mi ortografía elaboré mi primer curriculum vitae (hoja de vida) de la cual imprimí en 30 copias y repartí por todos los despachos de abogados de la ciudad.

Agotado de dar bandazos y repartir mi resume por todas partes, al medio día llegué a la casa, ya todos estaban sentados en la mesa, el Ingeniero (mi padre) al escuchar la puerta y verme despierto, cambiado y activo a tan temprana hora del día, se sorprendió, pues no era común que yo me despertara y bajara a comer antes de que el segundo plato fuera servido, este al verme me preguntó:

¿Oh y que pájaro te picó?

A lo que yo respondí muy orgulloso, “Ninguno, estaba repartiendo curriculums por la ciudad a ver si consigo un trabajo”

Por vez primera y ahora que lo pienso la única, vi el rostro del Ingeniero iluminado por un dejo de orgullo, parece que creyó que moi (yo) estaba madurando y ese proceso me había despertado la necesidad de dejar de ser un vago improductivo para convertirme en un hombre de bien, el pobre, no sabía que el motor que impulsaba ese deseo por trabajar era la necesidad de andar a la par con mis panas en eso de comprar romo y fiestar, jajajajajaja.

Sentado en la mesa me hizo enumerar los lugares donde había depositado, entre los cuales se encontraba la firma de abogados que prestaba servicios de asesoría al banco donde el Ingeniero trabajaba como vice-presidente.

Mi suerte estaba echada, este movería todos los hilos para aprovechar mi insipiente necesidad laboral y no dejar pasar este milagro que me hacía salir de mi cama antes del medio día.

Esa semana fue muy agitada, muchas llamadas telefónicas recibidas, entrevistas de trabajo y una oferta, casualmente era del bufete que trabajaba para el banco.

Era insolito, no entendía la razón por la cual los periódicos se quejaban tanto de la falta de empleo en este país, pues en mi caso no habían pasado 15 días desde mi esfuerzo inicial hasta la contratación, al parecer el Dr. Satanás (Balaguer) no era tan ineficiente en aquello de crear nuevas fuentes de empleo, ignoraba yo que el viejo había movido sus influencias.

Mi primer día en la firma me entrevisté con la de recursos humanos, me informaron de mis funciones y mi salario, ganaría RD$1,750.00 mensuales, los cuales sumados a los RD$1,200.00 que me daban en casa hacía casi RD$3,000.00, ya me podía ir declarando millonario, la calle sería mía, podría brindar tragos y elevar mi nivel de vida.

Ese mes me rompí el lomo, no me lo van a creer, pero eso de ser mensajero con corbata e instrucción (paralegal) en un despacho de abogados de gente rica, no es tarea fácil, llegaba a las 8 y ya a las 8:30 me encontraba de camino con un maletín lleno de documentos y diligencias por realizar, lo peor era que las mismas debían ser llevadas a cabo en tribunales y oficinas públicas de los tiempos de Joaquín “Satanás” Balaguer, un presidente ciego, macabro, asesino e hijo de la gran puta y perdonen mi francés, que aparentemente gozaba con el hecho de que todo el sistema administrativo fuera un caos.

Los empleados públicos de entonces eran como máquinas traga monedas, no es que la cosa haya cesado del todo en está época, pero ya es mas moderado, si no sacabas una papeleta de RD$5.00 no obtenías nada de ellos, por lo que dicho mes invertí mas o menos RD$700.00 propios de los que recibía como semanal en avanzar mis obligaciones laborales.

Ese mes pasé mas trabajo que un forro de catre viejo en motel de tercera, trabajé mas de 8 horas diarias, sudé, lloré, gasté gasolina e invertí dinero propio esperando la tan sonada remuneración, la cual en mi mente de Power Ranger me llevaría a una vida de opulencia donde nunca faltaría un centavo para comprar romo.

Al fin llegó el día 30, recibí mi cheque ¡Era feliz! El esfuerzo estaba pagando sus resultados y mi vida de hombre rico se estaba iniciando.

Por casualidad era viernes por lo que llegar a casa representaba la recepción de otra partida económica por parte de mi padre, apresuré mis diligencias y lo más rápido posible enfilé a mi hogar.

Ya en casa, sentado en la mesa presencié uno de los hechos mas desagradables que he visto, uno que marcó mi vida para siempre, vi como mi padre sacaba de su cartera 3 billetes de 100 y se los pasaba a mi hermano menor, quien con una sonrisa robada recibió por vez primera su semanal, al tiempo de que mi viejo se volteaba y me informaba que para mi nada, que el no mantenía hombres que trabajaban… ¡NOOOOOOOOOOOOOOOO ESTO NO ME PUEDE ESTAR PASANDO A MIIIII!

No se si por la mala fe, el deseo de romo o la mala utilización de los fondos que planeaba dar, el destino se había encargado de hacerme trabajar 8 horas días y disminuir a pesar de ello mis ingresos… Pero es cierto, mi primer mes de trabajo me jodí como un esclavo y devengué RD$150.00 menos que cuando no hacía nada…

Aprendí mi primera lección de repesto al dinero gracias al Ingeniero y su forma poco ortodoxa de hacer las cosas y la vida opulencia, romo, fiesta y mujeres gordas con panties de bolitas tuvo que esperar.