lunes, 11 de enero de 2010

CONTRABANDO EN EL AEROPUERTO Y LAS PENURIAS DEL GORDITO

Siempre he viajado ligero de equipaje, no es que salga mucho del país, pero las veces que me ha tocado he salido poco cargado, detesto esperar de más en la correa de las maletas y más aun el stress de que se te pierdan, por esta razón solo llevo equipaje de mano.

Recuerdo la Semana Santa del 2005, con mi amiga Carol quien vive en Florida había planeado un viaje a Disney, tenía varios años sin saludar a mi amigo Mickey Mouse y ya me estaba haciendo falta.

Como siempre empaqué mis cosas en una maletita de mano con rueditas, sus dimensiones exactas para que me la dejaran entrar al avión, tomé mi pasaporte, el ticket, el dinerito para gastar, llamé a mi madre para despedirme y en un taxi llegué al aeropuerto.

Ya en la fila de American Airlines cuando estaba a punto de chequearme, un amigo de larga data me saluda, nos damos cuenta de que nos vamos en el mismo vuelo e intercambiamos teléfonos para juntarnos cuando lleguemos.

Estando en eso mi pide un "favorcito", el loco venía sobrecargado de equipaje y queria que chequeara como propia una de sus maletas.

No lo pensé dos veces y le dije que si, total era mi pana, lo conocía desde miles de años atrás y sabía que era incapaz de meterme en un lío, ademas necesitaba mi ayuda so-pena de tener que pagar un dinerito a la línea área por exceso de peso.

Me entregó una maleta y la chequee a mi nombre, abordamos el avión y nos sentamos juntos, cuanta risa, cuanto joder en esas 2 horas y media que duró el vuelo.

Llegamos al aeropuerto de Miami, pasamos migración, un Gringo enorme con pistola en el cinto y computadora con mi gran foto haciendo las preguntas de rigor ¿Reason of your visit? ¿How much time you plan to stay in the US soil? etc..

Un paréntesis ¿Por causalidad alguien sabe la razón por la cual los agentes de migración en los aeropuertos americanos te reciben con una pistolota en la cintura? Mi hija el otro día me hizo esa pregunta y no supe que responder.

Luego de dejar las huellas digitales, el olor de un peo empacado en una botella, la marca de un golondrino de mi sobaco en una foto, los nombres, direcciones y teléfonos de todos mis compadres que viven en USA y jurarle por mi madre santisima al gringo que no me iba a quedar, me dejaron pasar (PERO QUE DIFICIL SE HACE ENTRAR A ESTADOS UNIDOS).

Con mi pana me puse junto a la correa donde debían salir las maletas y una a una fueron apareciendo.

Las tomamos y enrumbamos a la máquina de rayos X para ver el contenido, miles de letreros por todas partes, que si traer animales exóticos estaba prohibido, que la multa era de US$500.00, que si la Gripe Aviar, que si la Fiebre Porcina, que si la Fiebre Abstoza, ya ustedes saben, aquello parecía un mural de una clase de Veterinaria, jejejje.

Nos colocamos en una fila, mi amigo pasó primero, revisaron su equipaje tras lo cual siguio rumbo a la puerta de salida, llegó mi turno, pasaron mi bulto y la maleta propiedad de mi amigo, no hubo novedad.

Cuando me disponía a salir, UN PERRO ENORME DE ESOS ENTRENADOS PARA OLER Y LADRAR, le cogio conmigo, "jau, jau, jau, jau" sonaba como Dino (El de los Picapiedras cuando Pedro llega a la casa), yo me puse blanco, literalmente me cagué del susto, el policía que traía al perro me detuvo y todo el mundo se puso a mirarme.

Me quitaron la maleta, la subieron a una mesa y frente a todos los pasajeros que habían allí la abrieron, YO ESPERABA LO PEOR, DROGA, EXPLOSIVOS, UN CHINO ILEGAL, LO PEOR, me vi tras las rejas, me vi llamando a mi mamá, me vi con un uniforme de rayas y un número en el pecho, me ví en la Cárcel de Guantánamo preso con un primo de Bin Laden, todo por ser buena gente y ayudar a mi pana ¡NOOOOOOOOOOO ESTO NO ME PUEDE ESTAR PASANDO A MI!.

Todo parecía una conspiración, mi pana sabía, el sabía, me la había hecho, estaba jodido, comenzaron a sacar cosas de la maleta, ropa de mujer (no se pa que carajos), una botella con un remedio de rábano con miel (COMO SI EN USA NO HUBIERA RABANOS Y MIEL) y finalmente ¡UN SALAMI DE MALLITA INDUVECA DE LOS GRANDES!

Todos en el terminal se echó a reír, yo mientras tanto podrido de vergüenza.

El salami fue incautado, por suerte dado que no tenía antecedentes previos, el policía y un inspector de aduanas me cogieron pena y me dejaron ir sin imponerme la súper multa que me tocaba por ser traficante de SALAMIS.

Cuando logré salir del aeropuerto mi pana que estaba de lo más quitado de bulla me pregunta ¿Te pasó algo? ¿Por qué duraste tanto? YO NO LE DIJE NADA, LE ENTREGUE SU MALETA Y ME FUI…

Desde ese día no llevo nada de nadie, no subo a una areonave nada de nadie y hasta mi equipaje lo reviso 3 veces.