sábado, 4 de octubre de 2008

LA VIRGEN HECHA CARNE & EL TRASTORNO DE PERSONALIDAD MULTIPLE

Todo el que me conoce bien sabe que ingresé a la PUCMM en el 1992. Para ese entonces tenía una novia que había heredado de mis días del Colegio, era la muchacha más buena de la bolita del mundo, el amor de mi vida, algo así como la hija de Jesucristo caída en este mundo de villanos.

Esos amores tenían más o menos 2 años, la mayor parte de los cuales transcurrieron en contumacia, ya que ella con su familia se había mudado por un tiempo a Puerto Rico.

Ufff cuanto llorar, cuanto viaje al correo a echar cartas, cuanto dinerito de merienda gastado en teléfono ¿NO PUDIERON INVENTAR EL INTERNET ANTES???

Su ausencia y bondad habían limitado mi acceso al mundo del sexo prematuro, habiendo llegado yo a mi fase universitaria sin haber probado los placeres de la carne ¡Como debe de ser…!!! (Esta aclaración por si alguna de mis hijas un día lee este post... jajaja).

Pasé todo el primer año en la universidad en este estado, era mi gran secreto, frente a los demás tigres yo era todo un perro cachondo cargado de experiencia o por lo menos así me comportaba.

Esto se prolongó hasta el tercer semestre, en el cual nos tocó tomar Derecho Constitucional, materia que solo se impartía una vez al año y cuyo profesor era el director de la carrera.

La misma dado el tamaño del grupo e importancia del maestro, se impartía en un aula octagonal, con sistema audiovisual y aire acondicionado.

Llegó el primer día de clases y el profesor se puso a tomar la asistencia, yo estaba de los más quitado de bulla, cuando de repente el maestro mencionó un nombre femenino desconocido por mi, ella respondió levantando su mano al decir presente, su timbre de voz y las ondas sonoras provocadas por él, activaron todos los sistemas y alarmas de mi cuerpo.

Subí la mirada y la encontré al otro extremo, era la imagen encarnada de la Virgen María, tenía un aura angelical y parecía incapaz de romper un plato, era mi tipo definitivamente.

Sin dirigirle la palabra, ya que mi timidez no me permitía otra cosa, solo me dediqué a contemplar su anatomía mientras la cátedra transcurría.

Una noche al hablar por teléfono con mi novia, nos enfrascamos en una discusión trivial, pero que en realidad estaba fundamentada en toda la impotencia que yo venía cargando desde la época en que se mudó a P.R. y la justificación para una vez regresó instalarse en casa de su madrina en La Vega.

Sin quererlo antes de cerrar el teléfono todo se había acabado.

Un día, junto a la muchacha de mi clase se sentó una amiga, por lo animada de la conversación que sostenían deduje que se conocían de antes, por lo que decidí usarla como puente para llegar a ella.

Terminó la clase y las seguí por el pasillo, cuando las intercepté, saludé a mi amiga y ella en un gesto de cortesía me presentó a su acompañante.

Nos fuimos juntos a la cafetería donde me puse a hablar con ambas, al cabo de un rato ya habían aceptado salir conmigo después de clases.

No tomé la última hora, fui a casa y le rogué a mi viejo que me prestara el carro, luego de lo cual las pasé a buscar a ambas para ir a Ortolio’s, un Pub que estaba de moda donde por nada del mundo ponían Merengue o Salsa, lugar perfecto dada mi patología de arritmia musical crónica.

La pasamos súper bien, nos tomamos un par de cervezas y hablamos mucha M, tras lo cual salimos rumbo a nuestros respectivos hogares.

Después de esta cita, en la universidad andaba por los pasillos agarradito de manos de este pseudo ángel y aunque no había sacado de mi cabeza a mi ex, por lo menos sentía que tenía una refacción con potencial para sustituirla.

A veces los muchachos de la facultad que me llevaban 1 año, reían o hacían algún comentario al vernos, yo simplemente atribuía su actitud a los celos.

Tras un poco de tiempo, exactamente en día de brujas, recibí una llamada de ella, quería que la pasara a buscar.

Como un cometa salí disparado sin permiso en uno de los carros de la casa y la recogí, estaba igual de angelical que siempre, con su voz suave y postura correcta.

Me dirigí con ella la Zona Colonial de Santo Domingo, donde unos amigos mios se encontraban.

No cesaba de impresionarme lo buena que era la tipa, lo cual notó mi amigo, quien en un momento en que las chicas se fueron al baño, me hizo exactamente ese comentario.

Salimos de allí, nos despedimos de la otra pareja y abordamos el carro.

No habían pasado 30 segundos, cuando mi Ángel sin previo aviso extendió su mano izquierda y agarró con fuerza mi miembro viril, confieso que me di un susto increíble, pues era la última cosa en el mundo que estaba esperando, ella mientras tanto trataba de bajar el zipper de mi pantalón.

Yo sujetaba con fuerza el guía de mi carro, con mis ojos desorbitados la miré fijamente pues al parecer se había vuelto loca.

En ese momento fui testigo de su acto de transfiguración, su cara angelical había pasado a la historia, acentuando unas facciones diabólicas que en nadie más he vuelto a ver, su voz que antes cantaba como ruiseñor se puso ronca, mientras con violencia atacaba mi sexo.

Ella era una bestia irracional en celo, por lo que sin meditarlo 2 veces tumbé el sillón del pasajero y ahí mismo en plena calle la perpetré.

La tipa durante el acto con su nueva voz decía cosas sucias y otras tantas malas palabras nuevas para mi.

Levanto mi mano derecha y juro sobre la biblia que no entendía lo que estaba sucediendo, era otra persona, estaba poseía.

Terminamos, encendí el carro y me dirigí a su casa al tiempo que esa nueva ella me daba instrucciones con un gesto autoritario.

Al otro día por la tarde me llamó, presumo se había tomado sus medicamentos anti-sicóticos pues la voz de ruiseñor había regresado. Hablamos como 2 minutos y ninguno tocó el tema.

El lunes en la universidad me junte con ella, era como si nada hubiera pasado, me agarró de la mano como usualmente lo hacíamos, actuando de nuevo como la Virgen de la Altagracia.

La risa y los comentarios de los muchachos se repitieron, por vez primera se me estaban haciendo claros.

Unas horas despues me los encontré y me contaron lo que parecia ser un secreto a voces solo desconocido por mi.

Me relataron que la tipa sufría de un trastorno de personalidad múltiple, que en el primer año se había repasado a muchos de sus compañeros de promoción, luego de lo cual al ver que ya no era correspondida enfiló hacia la nueva cosecha un año menor.

Mientras pensaba en mi ex y el hecho de que había desperdiciado un momento tan especial como la primera vez con alguien trastornado, me dije a mi mismo “Esto no me puede estar pasando a mi”.

Como no soy pendejo y me gustaba el relajo, prolongué la situación con ella hasta que sucedió lo inevitable, se hartó de mi y me sustituyó por otro muchacho de mi curso, mas grande que yo.

Yo volví corriendo a los brazos del amor de mi vida, a quien nunca le conté esta historia.

A partir de esta experiencia jamás he vuelto a presumir la buena fe tomando como parámetro la primera impresión ¿y ustedes???