miércoles, 15 de octubre de 2008

REQUISITOS PARA SER DELIVERY BOY

Este es un mail de esos que siempre nos llegan, me parecio muy curioso y decidi compartirlo con ustedes.

Requisitos para ser delivery:

1) Ser dominicano, preferiblemente de un campo, generalmente del sur, por lo general del mismo del que es el dueño del colmado.

2) Ser menor de edad, pero no debe de aparentarlo.

3) No tener familia ni nadie que lo conozca previamente en las cercanias del negocio, mucho menos nadie que le avise a su familia a que él se dedica.

4) Haber tenido alguna 'cuña' que lo llevara al colmado porque de lo contrario ni muerto le hubieran dado el trabajo.

5) Habersela 'buscado' de motoconchista en su campo, tener guayones y quemaduras que comprueben su experiencia laboral.

6) Tener pleno dominio en el arreglo de los '70' (Motocicleta Honda C-70).

7) Saber sumar, restar, multiplicar y dividir los 'cuarto' (el dinero), a sabiendas de que cualquier equivoco debe de ser en beneficio del negocio.

8) Tener pleno dominio al esquivar autobuses, carros, otros motores, transeuntes, con la salvedad de que debe de realizar todas sus maniobras de manera temeraria.

9) Poder conducir el '70' (Honda C-70) con las luces apagadas.

10) Tener mucha capacidad de recordar donde vive cada persona, sus apodos, donde hay perro, cual es la marca que le gusta a cada quien, cuanto cuesta cada cosa en el colmado, que esposo es celoso.

Pruebas de habilidad y manejo:

Primer dia: Nada de salir del negocio, debe de relacionarse con todos los del barrio para que lo conozcan y sepan que el trabaja en el negocio.

Segundo dia: Ya debe de saberse de memoria el nombre y apodo de todas las personas del barrio, además de los pedidos del dia anterior.

Tercer dia: Debe de empezar a hacer los recorridos a pie, no debiendo de permanecer entre cada entrega un plazo mayor a los 5 mins.

Cuarto dia: Debe de realizar una serie de arreglos al motor entre los que le incluye, dañarle el farol, quitar el segundo asiento y montarle una canasta, dañarle el encendido, retirar la protección contra quemaduras, ponerle una calcomania de una mujer desnuda y dejarle el tanque casi vacio de la gasolina.

Quinto dia: Recorrido en el motor, debiendo recordarle a los usuarios que ya el delivery anda 'montao' y entregandole una tarjeta o diciendoles el numero de telefono del colmado.

Sexto dia: Prueba nocturna, primer estrallón, sin novedades que anotar.
septimo dia: con los ojos vendados lo ponen a 'andar' el barrio a fin que se lo aprenda de cabo a rabo, huir de la persecusión de los perros del barrio, nota a recordar: andar con 'par' de piedras pal 'maldito perro del coño' que me mordió.

Uno de los clientes de confianza pide 35 cosas diferentes, llama en diversas ocasiones, hace cambios al pedido original, pide que le anoten en la 'macotica' algunas de ellas, exig que se lo lleven rápido y arma tremendo show, si se le olvida algo. nota a recordar: llevarle en un papel anotado todo lo que pidio con sus respectivos precios.

Meterse en via contraria generar varias quejas de los vecinos, ser objeto de multiples 'malapalabras' y mandar 'pal coño' a varios de ellos.

Primera visita al 'dario', nota a recordar: Romperle una mica al pana de la jipeta que viene a visitar a la jevita del barrio a altas horas de la noche, que no deja propina, saca los calculos en cara, se queja de la temperatura de la jumbolai, me hace dar par de viajes 'en balde' y no conforme con eso me tira la jipeta encima doblendo la esquina; ya soy delivery??

domingo, 12 de octubre de 2008

EL ALCOHOL COMO ANTIDEPRESIVO Y SU PODER CURATIVO

A veces cuando observo el efecto que surte el alcohol en las almas en pena, pienso que la Sociedad Internacional de Psiquiatría debería incluirlo entre los medicamentos esenciales para tratar la depresión amorosa, es más, sin querer exagerar creo que las botellas de Ron deberían venir como las medicinas, con posología y dispensador incluido y ser vendidas por las farmacias bajo receta.

Estas aseveraciones vienen al caso, por algo curioso que me sucedió hace unos días, les cuento:

Como todos los viernes a las 6:00 P.M. me encontraba a bordo del Pegote disfrutando del tapón (embotellamiento) que la Ave. Tiradentes nos ofrece día a día, divagaba entre “Wish You Were Here” que sonaba en mi radio y las posibilidades que esa noche traía.

De repente mi celular sonó, era una amiga con la que a raíz de su ruptura amorosa me he re-encontrado, cuando respondo la escucho sumida en llantos, lo cual hace que me preocupe mucho.

Yo: ¿Qué te pasa?
Ella: Nada, nada;
Yo: No me digas que nada porque te estoy escuchando llorar;
Ella: Es que no se, no lo puedo controlar, estoy súper triste, ayer hablé con el y no hay solución;
Yo: ¿Donde estás para irte a buscar?
Ella: No, no te preocupes;
Yo: Claro que si, dime donde te encuentras!!!
Ella: Estoy en casa de X;
Yo: Voy para allá;

Me paré en el estacionamiento del edificio y ella abordó mi carro. Tenía la cara hinchada de tanto llorar, puse la reversa y salimos rumbo a la ciudad.

Para el que no lo sabe, en la ciudad de Santo Domingo, Distrito Nacional, Capital de la República Dominicana, a pesar de que hay leyes que expresamente prohíben la ingesta de bebidas alcohólicas dentro de los vehículos de motor y/o mientras se opera uno, existen varios Drive Thru o Servi-Carros donde te venden desde una Cerveza hasta un whiskey a las rocas.

Me paré en uno y pedí 2 tragos de Vodka, le entregué a ella el suyo y seguimos nuestro camino, mientras, profería los mejores consejos que puedo dar, ya saben ejerciendo mi función de Paño de Lágrimas Profesional.

Fue increíble el cambio operado en mi amiga, no sabía si por efectos de ese primer trago, por los chistes que le estaba haciendo o simplemente por la compañía que le estaba proporcionando, digo esto ya que las lágrimas quedaron atrás y afloraba una sonrisa incipiente.

No se si es por que soy un amante empedernido de esta ciudad, pero por alguna razón que no logro explicar, mi carro cada vez que alguien entra con un trago, enfila automáticamente rumbo a la Zona Colonial.

Luchamos con el tránsito como 1 hora, cuando ya nos estábamos acercando a nuestro destino, mi amiga quien para ese momento portaba ya una sonrisa a flor de labios, me dice que su trago se había acabado, por lo que me detuve en el colmado más cercano para proceder a un re-fill.

Ya para ese momento el mood (estado de ánimo) de ella había dado un giro de 180 grados, era todo risas y sonrisas…, hasta la más minima cosa le causaba gracia, yo por mi parte me sentía complacido al poderla ayudar, al parecer el dios Baco había contestado mis plegarias.

Dimos un par de vueltas en la Zona, nos tomamos un trago más, hicimos al menos 2 paradas para permitirle disponer de sus líquidos, luego de lo cual me hizo su gran confesión:

“Guido ESTOY EBRIA”

A mi me causó mucha gracia, porque ella me lo dijo como si fuera algo nuevo, una sorpresa, pero para nada! Desde el primer trago me di cuenta de que ese sería el desenlace.

Como se lo que es estar borracho y reconozco lo difícil que es para alguien en ese estado aceptarlo, le dije que no se preocupara, que la llevaría a comer algo.

Fuimos a un restaurante de pastas muy bueno, bonito y barato (BBB) y pedimos unos espaguetis y una pizza pequeña de esa que hacen en horno de leña.

Mi amiga seguía en su nirvana de felicidad, riendo a carcajadas, relajando al mesero, haciendo comentarios en voz baja sobre nuestras vecinas, las cuales por su pinta parecían una pareja de lesbianas.

Cada vez que subía la voz o se reía, los demás comensales se volteaban a mirar, yo me limitaba a pedirle que hablara más bajito.

¿Te da vergüenza? ¿Te da Vergüenza?

Yo le respondi que no, aunque no puedo negar que por dentro al sentir las miradas de todo el mundo, solo repetía en mi cabeza “Esto no me puede estar pasando a mi”.

Era increíble el cambio que había experimentado ella en tan solo un par de horas, luego 3 tragos, no muy cargados.

Esta amiga cuando está normal es el ser más educado que ha pisado la tierra, ahora estaba ebria, pero al menos ya no estaba triste, es más no volvió a hablar del tipo, yo me sentía satisfecho.

Por lo que supe, se pasó la noche en una histeria risueña lo cual perduró hasta que se durmió.

Al otro día cuando hablé con ella, solo me dijo GRACIAS AMIGO, FUISTE MI HEROE, SALVASTE MI DIA, ME SIENTO MEJOR…

Tal vez este sea un caso de estudio de los efectos positivos del alcohol, si se publica en un compendio médico, mantendrá a los Psiquiatras y a los Gastroenterólogos muy ocupados debatiendo si vale la pena afectar el hígado en aras de encontrar la cura y/o felicidad frente al mal de amores.

Yo por mi parte como un Súper-Héroe al final de la película, me llevé todos los Laureles al cumplir con mi función de buen samaritano y darle a mi amiga un jumito sano de esos que te hacen olvidar.

Ustedes cuando les toque copien de mi…