jueves, 9 de julio de 2009

TODO POR HACER PIPI!


Un simple vete fue suficiente para terminar mi larga condena de 6 años, me dirigí al closet de la habitación, junté todas las perchas y con cinta adhesiva convertí los ganchos en una sola pieza.

Saqué las gavetas y vertí su contenido en el cesto de la ropa sucia, tomé mis llaves, la miré a la cara y le pregunté ¿Estas segura? Ella asintió, la puerta se cerró a mis espaldas, su sonido al chocar con el marco fue el silbato con que iniciaba la carrera en mi recién adquirida libertad.

Me sentí como un preso en navidad al recibir un indulto, el aire en la calle era más limpio y fresco que el día anterior, el cielo estaba azul, el sol radiante sobre mi piel y el peso que tanto tiempo había cargado ya era parte del pasado.

Esa tarde no me permití sentir nostalgia, Papa Dios me había dado una segunda oportunidad y no pretendía perder el tiempo entre lágrimas y añoranzas.

El calendario de mi nueva vida marcaba el día uno (1) de muchos por venir y aventuras por vivir.

Seis (6) de la tarde, como un explorador en Galápagos salí de la oficina en busca de algo tan simple como compañía, en mi trayecto entendí lo que sintió Vasco Nuñez de Balboa en su ruta al Océano Pacífico.

Llegué a Monte Cristo Café, un Bar de moda en Santo Domingo, los muchachos de la oficina al enterarse de mi estatus me conminaron a que los acompañara.

Al llegar me percaté de que no era precisamente el lugar ideal para mi, mucho Merengue y Salsa, lo que me hacía sentir como un pescado fuera del agua (YO NO BAILO NA), pero que más daba estaba ahí y no tenía otra opción que buscármela como un Toro.

Al cabo de un rato comencé a sentir el efecto de las dos o tres copas solitarias que me había tomado, para ese instante ya ni la desventaja arrítmica que porto desde que me concibieron, era un obstáculo, estaba vivo y con buena puntería.

De la nada salió ella, la obra perfecta de un genio del bisturí, todo en su lugar, bien puesto, sin excesos y a la vista, tiró su bufanda tras mi cuello y comenzó a bailarme muy de cerca mirándome a los ojos.

Mi primera incursión a éste mundo había sido todo un éxito, mi ego estaba alimentado, habiendo recibido un shot de esteroides, aparentemente mi presencia era grata para el sexo opuesto.

Nos pasamos el resto de la noche en su juego, ella insinuándose y yo haciéndome el hipnotizado, muy a pesar de mis deseos, no sucedió nada, salvo un par de roces y la obtención de un número telefónico, la distancia entre la felicidad y yo se encontraba separada por 7 dígitos.

La mañana siguiente tomé el teléfono y la llamé, hablamos un rato y quedamos que saldríamos a almorzar.

Fuimos a un restaurante sin muchas pretensiones, pedimos entradas, vino, platos fuertes, postre y café, hagan y coman todo eso y calculen el tiempo que duramos en la mesa.

Estaba ilusionado, no quería desperdiciar ni un centímetro, me inventé una excusa y por arte de magia ya teníamos un compromiso para esa noche, el deseo de verla era tan grande que terminamos en un lanzamiento de un producto al que ni siquiera estaba invitado (QUE LAMBONASO YO).

Llegado el momento, la pasé a buscar por su casa, salimos rumbo a la actividad, estaba tan excitado y ciego que ni reparé en el hecho de que al abrir las puertas del lugar, los flashes fotográficos resplandecían por todas partes.

Entramos y ocupamos una mesa, acto seguido vino una foto-reportera y con libreta en mano pidió nuestros nombres, tras lo cual nos sacó una foto juntos.

Repito, YO YA ME CREIA SOLTERO, las fotos me eran indiferentes, estaba ajeno a las consecuencias, yo no me creía invisible para nada pues no era necesario.

La actividad tomó su curso, todo el mundo gozando, nosotros incluidos, los flashes por todas partes, fotos, fotos, fotos, paparazzi por doquier, yo indiferente.

De repente ella se disculpó para ir al baño, al verla marchar rumbo al retrete, pensé “coño QUE BUENA IDEA… VOY JUYENDO, HAGO PIPI Y REGRESO ANTES QUE ELLA” y así lo hice…

Al volver noté que algo estaba mal, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, ustedes saben UN SUSTICO DE ESOS QUE TE SUBEN Y TE BAJAN, su cartera que había sido dejada en la silla, se encontraba sobre la mesa, confirmé lo peor cuando ella regresó y vio el desorden, puso cara de “QUE FRESCO TU ERES” pues creyó que MOI un servidor había rebuscado en el interior de su bolso y me increpó al preguntar:

¿QUE BUSCABAS FRESCO?

YO PUSE MI CARA DE “TOM BYRON” (BUSCAR TOM BYRON WIKIPEDIA) y solo atiné a admitir mi pecado, ME HABIA MARCHADO A HACER PIPI, ella me dijo “estúpido” mientras hacía un arqueo del contenido de la misma, al pasar balanza se dio cuenta de que le HABIAN ROBADO EL CELULAR….

Me costó mucho convencerla de que no había sido yo quien…, no importaba, la noche estaba arruinada, me pidió que la llevara a su casa y todo terminó.

Con la idea de salvar la posible relación, al otro día hice uso de mi súper tarjeta de crédito, compré un celular nuevo y se lo hice llegar a su trabajo, pero el daño estaba hecho…, nunca más respondió mis llamadas y me quedé como en el viejo dicho SIN PITO Y SIN FLAUTA.

¡Nada! El mundo seguiría girando, era solo el primer intento de muchos, unas monedas más, unas monedas menos, eso creía al menos por el momento.

GRANDE FUE MI SORPRESA al llegar el sábado, día en el cual los periódicos publican sus revistas sociales, cuando vi desplegada en media página, mi FOTO CON LA DAMA y bajo ella la leyenda que se leía “LA PAREJA GUIDO GIL y XXX, (a la verdad que en los periódicos gastan tinta en vainas, porque imprimir mi foto miles de veces como si fuera yo primo del PRINCIPE HARRY DE WINDSOR), en ese momento mi desdeno por la invisibilidad dejo de existir, ahora que lo pienso debi pedirle prestada la capa a HARRY POTTER.

¿Adivinen quien lee los periodicos?
Siiiiiiiiiiiiiiiii ella misma, siiiiiiiiiiiii EL SARGENTO DE INFANTERIA A QUIENES MIS HIJAS LLAMAN MAMA… esa llamada no tardó en llegar, de repente le había dado un argumento para justificar su decisión Y YO ERA EL MALO DE LA PELICULA… ¡NOOOOOOOO ESTO NO ME PUEDE ESTAR PASANDO A MI!!!… LO PEOR FUE QUE NUNCA ME SALIO NI UN BESITO Y MI EX NUNCA ME HA CREIDO.

TODO POR HACER PIPI.

FIN