NO HAY MUJERES FEAS, HAY POCO ROMO

YO soy de los que piensa que la belleza debería ser absoluta, no sujeta a interpretaciones o condiciones, usted debería ser feo o bonito y YA, dejando atrás el viejo dicho que reza “La belleza depende del cristal con el que se mire”.

El concepto de la belleza es tan voluble que una misma persona bajo diferentes circunstancias puede encontrar feo o bonito el mismo objeto o persona, es increíble la relatividad con la que todo puede cambiar.

Este asunto se agrava cuando interviene el alcohol en la ecuación, cuando usted está ingiriendo es que el asunto es grave, de repente un Tiranosaurio puede parecer una beldad.

Es más yo entiendo que deberían cambiar la leyenda que por efectos de la Ley 4208 tienen las botellas de ron, por una que diga “El consumo de alcohol puede causar alucinaciones, hace que lo feo se vea bonito” Ese solo detalle evitaría largas facturas de consulta psiquiatrita y exorcismos no deseados producto de haber perpetrado mujeres que para nuestros estandares normales serían feas…

¿Quién puede decir que no se ha despertado tras una larga noche de copas con un esperpento al lado? Uffffffffff nuestra salud mental está en juego, deberíamos irnos todos en procesión hasta el congreso y montar una vigilia para exigir que por Ley sea incluida esa simple frase en los envases de bebidas alcohólicas.

Toda esta perorata a razón de la siguiente historia, les cueto:

Resulta que un día lejano en la decada del 90, un amigo mio (casi mi hermano) me invitó al Café Atlántico el bar de moda en Santo Domingo, a tomarnos un par de cervezas.

Como comprenderán yo accedí sin chistar, pues mi pasatiempo para esa época era precisamente consumir en grandes cantidades esa bebida heredada de los egipcios.

Nos juntamos como planeado a las 6:00 en punto, el sol aun calentaba la ciudad, reclutamos al camarero de confianza y pedimos la primera ronda, estando en eso llego el “V”, uno de los mejores amigos de mi hermano, un tipito de esos que no salen del gimnasio, son bailarines profesionales y tienen más tigueraje (SER LISTO EN LENGUAJE COLOQUIAL) que Don Gato, compañero perfecto para salir a conquistar.

Los tres nos pusimos a tomar en la expectativa de ligar algo, en eso llegaron 2 muchachas un poco mal vestidas para el lugar (shorts muy cortos) y se sentaron en una mesa contigua, al verlas mi hermano me dijo MIRAAAAAAAA y yo como estaba totalmente sobrio le respondí BARAJA ESO tan FEEEEEEAS.

La noche continuó y en su transitar pude observar como las hordas de depredadores del bar (los demás borrachos) se lanzaban en ataque kamikaze sobre estas niñas, quienes defendieron su pudor como dos mojas de convento, rechazando todos y cada uno de los aprestos malignos planteados.

Cerca de las 9:00 P.M., luego de 7 u 8 cervezas, me volteo y le digo a mi pana “YA TAN BUENAS” el estalló en risa y se lanzó en un intento, al cabo de 1 minuto ya estaba sentado en la mesa y V que no es pendejo se sentó junto a él.

Como yo era el tímido del grupo fui el último de incluirme, quedando en consecuencia relegado en toda la conversación.

Según ellos (mi pana y V) estaban ligados y yo por bolsa (idiota, lento, estúpido) me había quedado fuera de la repartición.

Por ello haciendo abuso de su posición dominante, a sabiendas de que el suscrito sufre arritmia musical (no se bailar), se inventaron seguir la fiesta en otra parte, a lo que ellas muy a gusto aceptaron.

Salimos del establecimiento rumbo a un local donde para mi desgracia se pudiera bailar, como comprenderán por las fachas de ellas no pudimos entrar a ninguno que valiera la pena, por lo que nos vimos precisados a ir al otro lao (la margen oriental del Río Ozama) donde los códigos de vestimenta son menos rigurosos.

Nada Don V y mi hermano se pusieron a bailar con los esperpentos, yo sentado en mi silla con un trago en la mano viéndolos gozar y maldiciendo mi tercera extremidad inferior izquierda.

Increíble, lo que hace el alcohol hasta celoso estaba, jajajajajajajajajajajaja

Ya sea porque se cansaron de bailar o porque les dio pena mi presencia solitaria, las dos parejas volvieron a la mesa, fue en ese momento cuando la selección natural de las especies tuvo lugar, jajajjaa.

La menos fea, quien para ese momento se veía más linda que Amelia Vega (Miss Universo 2003), se sentó a mi lado y sin mediar palabras comenzó a besarme… El pobre V había sido usado con fines puramente "danzísticos" (Siii GUSTAVO SE QUE ESA PALABRA NO EXISTE), quien sufriendo el desplante decidió marcharse dejándonos el camino abierto a mi hermano y a mi.

Pagamos la cuenta y abordamos el Pegote de turno, enrumbando a uno de los moteles cercanos. Como la olla (término popular utilizado para denotar falta de efectivo) imperaba, los 4 entramos a la misma cabaña, como lo mío era seguro y mi hermano aun tenía que convencerla, entré primero, me desnudé y comenzamos el jueguito.

Estando en eso el Chino propietario/encargado de mantenimiento / gerente/cocinero/camarero/cobrador, tocó el timbre y por un orificio dispuesto a esos fines me pasó la cuenta, saqué mi flamante Tarjeta de Crédito y se marchó/

Ya cuando estaba preparado para completar la operación, sonó el timbre de nuevo, era el Chino, quien traía malas noticias, MI TARJETA NO PASABA… yo miré al techo y dije
!NOOOOOOOOOOOO ESTO NO ME PUEDE ESTAR PASANDO A MI!

Raudo y veloz recogí el pantalón que se encontraba en el piso de la habitación, rebusqué en los bolsillos ¡NADA! Por esta razón, me coloqué la toalla que me dieron para salir a la marquesina donde mi pana se encontraba tratando de convencer a la otra.

Sobre la toalla debo decir que era bastante chica, es más al recordarla creo que era tan corta como las que ponen en los lavamanos en las casas, por ello solo alcanzaba a cubrir la parte delantera de mi anatomía.

Agarré la toallita como pude dejando al descubierto todo mi trasero y así salí para pedir los RD$150.00 que faltaban para pagarle al Chino, quien al otro lado de la pared sonaba bastante impaciente.

Me acerqué al vidrio y pude ver a mi pana argumentando con su esperpento, toqué el cristal, éste se volteó, manipuló la manigueta y me preguntó ¿Qué quieres? Evidentemente esta frustrado, le pedí el dinero y me lo dio de mala gana, di la vuelta y pude escuchar las risas de su amiga al ver mi blanco trasero.

Entré de nuevo a la habitación, sentí el carro encender, me habían dejado atrás.

Nada a lo que vinimos, pasé una noche con Amelia, hasta dormimos bien abrazaditos.

Al amanecer, cuando ya no era presa del alcohol fui testigo de su transmutación, le salieron colmillos afilados, el pelo se le cayó, garras en sus manos, una nariz aguileña y un lunar coronándola, espantado traté de huir, pero la falta de efectivo me hizo presa de este animal agradecido.

Me besó sin cepillarse, me dijo papis gracias por la linda noche, pedimos un taxi y nos marchamos juntos en él.

Sentía la mirada del taxista a través del retrovisor, su reprobación a mi persona era evidente, tenía cara de “Mi hermano usted es un puerco, amaneció con eso”, yo lo increpaba para que acelerara la marcha y terminara esta pesadilla.

La dejamos en su casa y fuimos a un cajero, al entregarle el dinero solo pude decir “EL CONSUMO EXCESIVO DE ALCOHOL ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD”.