EL QUE POR SU GUSTO MUERE QUE SU MUERTE LE SEPA A GLORIA

Muchos de nosotros tenemos un amigo o amiga a quien no sabemos por que razón queremos locamente, ahora que lo digo me pregunto lo mismo ¿Por que será???


Nuestras relaciones con ellas pueden ser comparadas fácilmente con el camino que transitó Cristo rumbo al Calvario o con la “Amistad” que tenía la Gata Loca con el Pobre Ignacio y los ladrillos y maldades que éste sufría.

Desde muy temprano se encargan de hacernos la vida imposible, por lo que siendo como soy, no podía quedarme sin una amiga así, jejeje.

Se trata de FF, una muchacha genial, para mi una de las personas más inteligentes de este país, bonita (no Amelia Vega pero bien), hija única y por ello su malcriadeza, la conozco desde la primaria.

Nos hicimos amigos cuando pasé a 8vo ya que ese año llegué el primer día de clases y al leer el mural para ver en cual curso había caído “a”, “b” o “c” y con quien, me di cuenta de que “TODOS” mis amigos habían sido expulsados por ser los más buenos, que mal...

Debo ser un poco masoquista, por muchos años la he soportado, querido y respetado, manteniéndola cerca, ayudándola cuando he podido a pesar de que como verán más adelante no comparto muchos de sus valores actuales.

Nuestra relación parecía una tragedia Griega, Homero en sus buenas decidiendo el próximo infortunio que le sucedería al pobre Agamenón (yo).

Recuerdo que un día llegué al curso con un ataque de asma muy fuerte, mi mamá que no es nada pendeja, casi nunca me creía cuando estaba enfermo, pues en más de una ocasión fingí estarlo para evitar me enviaran a mi cita diaria con la educación.

Llegué al curso moradito, me estaba asfixiando, era febrero y hacía frío, todo el mundo bien abrigado, incluyendo a mi “amiga”.

Como los abanicos me hacen daño, estando yo casi muerto, luego de haber gastado sin éxito mi bombita de Ventolín, decidí desconectar el interruptor de los 4 ventiladores que había en el techo, para ver si con ello me sentía mejor.

Al hacerlo recibí múltiples elogios y señales de agradecimiento por parte de mis compañeros.

Ella que siempre estaba atento a todo menos a misa, solo para llevar la contraria y hacerse imponer, me gritó lo siguiente: “POR QUE TU APAGAS EL ABANICO SI YO TENGO CALOR”

La profesora de Biología saltó de un susto, el curso se alborotó y ella salió en dirección al interruptor, mientras se acercaba, yo trataba de explicarle que no hacia calor, que estaba enfermo y que si le molestaba que los apagara, solo tenía que despojarse de su abrigo y asunto resuelto, ella para variar hizo caso omiso y los encendió de nuevo.

La maestra al ver el desorden que la loca había iniciado y darse cuenta de que yo tenía toda la razón del mundo, la regañó, preguntó a los demás si les importaba que los apagaran y ante su respuesta unánime, solidaria y democrática, me autorizó a desconectarlos nueva vez.


A mi “amiga” le dio un ataque de histeria similar a los de Veruca Salt, la niña malcriada de la Película Charlie y la Fábrica de Chocolate del 1971/2005, en una pataleta se transformó en un Pokemón de los malos, tomó de una butaca cercana un libro de Aritmética de Baldor (¿Lo recuerdan? Tenía como 1,000 páginas, más grueso que el directorio telefónico) y sin estarlo yo esperando me golpeó en la espalda con él.
Recibido el golpe mi ataque de asma se hizo crónico, hubo que llamar al Ingeniero (mi papá) para que me fuera a buscar, tras lo cual me ingresaron en un hospital por dos días.

En otra ocasión, estábamos en una convivencia del colegio en un lugar apartado de la ciudad, yo sentado en un murito que daba de un lado a un salón techado y del otro a un desnivel con 5 o 6 metros de altura.

Estaba yo quitado de bulla hablando y riéndome, cuando mi amiga vino corriendo y no se con cual intención me empujó hacia el otro lado, cayendo yo sobre mis pies descalzos, sufriendo una lesión en mi tobillo derecho que aun hoy en día cuando va a llover se hace sentir.

Cuando me retrotraigo a esos tiempos creo que la frase que dice “Esto no me puede estar pasando a mi” la debí acuñar antes, pues cabía perfectamente en mi relación con ella.

¿Entienden el porque de la comparación con La Gata Loca e Ignacio?

Bueno a pesar de todo esto y miles de maldades más, la quiero mucho y como dije antes me preocupo por las cosas que le pasan o hace.

Últimamente a mi entender esta amiga ha tomado un derrotero algo autodestructivo, imagínense lo mal que anda como para que yo un tipo abierto, que no juzga a nadie llegue a esa conclusión.

Por ello el otro día estando en un bar al que voy de vez en cuando, aprovechando que me la había encontrado, decidí ejercer mis funciones de Padre Billini, Samaritano, amigo incondicional y osé a tratar de darle un consejo.

Ya ustedes saben, me ladró como el Hombre Lobo al ver la luna llena, me dijo en voz alta y cito “A MI NO ME JUZGUES, YO ESTOY BIEN, YO TENGO MAS DE 30 Y YA SOY GRANDE, LA ESTOY PASANDO BIEN Y LO QUE YO HAGA O NO HAGA SON MIS PROBLEMAS”

Luego insultó a todas las novias que he tenido, tildándolas de putas, diciendo que a pesar de ello nunca se había metido porque eso era asunto exclusivamente mío.

Yo me quedé congelado, la música dejo de sonar, el tiempo se detuvo, todo el mundo me miró como al malo de la película y yo me sentí muy mal.

Tras este despliegue por parte de mi amiga, solo atiné a decirle que se tatuara ese momento en la cabeza, porque era la única y última vez que trataba de darle un consejo!

Tal vez el mundo finalmente giró en la dirección necesaria para que yo comprendiera que su caso no tenia solución a menos que ella misma quisiera darse cuenta y que yo no soy Supermán para andarla salvando.

SIGO PREOCUPADO pero ya no le doy mente, pues si en algo ella tiene razón es en que no son mis problemas.

La sabiduría popular no se equivoca "EL QUE POR SU GUSTO MUERE QUE SU MUERTE LE SEPA A GLORIA" .