LA MALDICION DE LOS PRIMATES

A pesar de que nunca he tenido una mascota, ya que desde que me mudé a Santo Domingo he vivido en edificios de apartamentos, me considero amante de los animales, soy incapaz de hacerle daño a una criatura de Dios!

Solo en una ocasión me he tenido que defender de los ataques violentos de uno o varios, se los cuento…

Hace un tiempo, de manera muy circunstancial conocí a una muchacha que me dejó loco… (raro en mi jejeje), fue en una cena con un grupo de amigos, yo ese día tenía compañía y aunque me robe el show con mis chistes y encantos, no pude conversar con ella de manera directa.

Al marcharme del lugar, no se por que causa, ya que no la conocía, me surgió la urgencia de tenerla y estar ante su presencia ¿No les ha pasado lo mismo alguna vez?

Esta sensación despertó la fibra de detective inquisidor que llevo dentro, por lo que me puse en acción y averigüe su lugar de trabajo, teléfonos, sitios que frecuentaba, árbol genealógico, tipo de sangre, historial de vacunas, TODO…

Recopilados esos datos me lancé en cacería, la cual rindió frutos tres (3) meses después, ya que la presa cayó rendida ante los embates amorosos de este gordito cariñoso.

La relación se inició, transcurrieron los días, semanas y meses, extrañamente a pesar de que ambos teníamos suficiente edad y poseíamos cierto grado de madurez, por más que lo intenté no logré ser correspondido por ella (Diablos me había salido más santa que la Madre Teresa de Calcuta!!!).

Ella tenía un plan macabro o simplemente me estaba probando para ver cuanto podía resistir. Cada vez que salíamos llevaba a una amiga de chaperona, la cual yo no soportaba, esto creo para contener cualquier iniciativa o apresto sexual de mi parte.

Mientras más tiempo pasaba, más deseo y ganas le tenía, por lo que desesperado ideé un plan de esos a prueba de fallos.

Llamé a 2 de sus mejores amigas, las cuales para ese momento ya eran mis aliadas en esta cruzada y coordinamos un viaje en grupo a Jarabacoa, claro por razones obvias excluiríamos a la chaperona.

Renté una casa de madera en la montaña junto a un río, el agua se escuchaba desde allí al transitar por su cauce, el lugar debió ser tomado por Dios como parámetro para crear el Paraíso, reunía toda la belleza y color que el campo posee, muchos árboles, flores, frutas, el cantar de los pajaritos y sobre todo un clima perfecto distinto al calor infernal al que estamos acostumbrados aquí en la ciudad.

Fui al Supermercado, hice una compra como para un ejército, la cual contenía muchas botellas de alcohol en todas sus formas y tamaños.

Llegó el viernes, el grupo se reunió, al mismo se había incorporado el novio de una de las amigas y salimos en dirección a nuestro destino.

En mi equipaje llevaba el famoso Kit Kamasutra, compuesto por velas aromáticas, aceites, sales, incienso, miel, whip cream, hot fudge, perfumes, preservativos, pastillas para la disfunción eréctil, lubricantes, juguetes, etc… utilicen su imaginación y complétenlo como quieran (jejeje).

No había en mi ni una sola pizca de buena fe, la cual murió inmediatamente cruzamos el peaje de la Autopista Duarte, YA SABEN con un queso encendío y loco por mi mujer… (jajaja).

Llegamos a la casa y ya era de noche, desempacamos, repartimos las habitaciones, a mi te tocaría dormir con ella, a lo cual debo señalar no puso objeción.

Luego nos dirigirnos al pueblo, donde tomamos una cenita ligera y unos cuantos tragos.

El plan estaba funcionado a la perfección, el ambiente no podía ser mas propicio, ella había ingerido 2 o 3 tragos de más, estaba más cariñosa que de costumbre, su amiga y el novio ya estaban locos por ir a la casa a resolver sus problemas y la otra amiga ya tenía sueño.

Abordamos el pegote (mi carro, el Peugeot de turno) y nos fuimos loma arriba.

Llegamos al chalet, pusimos música y descorchamos varias botellas de vino.

De repente, como si la compañía eléctrica estuviere conspirando conjuntamente conmigo, se produjo una interrupción en el suministro, por lo que uno a uno, nuestros compañeros se fueron metiendo en sus respectivas habitaciones hasta que quedamos solos.

La tomé de la mano y me la lleve al aposento. Al llegar allí me dijo ESPERATE!, “debo arreglarme primero”, confieso que para ese instante mi presión arterial había alcanzado niveles de locomotora, yo ya estaba fuera de control, ella cogió su bulto de mano, sacó una pijama y se fue al baño, mientras yo me metía bajo las sabanas.

Encendí mi vela con olor a vainilla para aprovechar la luz y apreciarla al salir.

Cuando lo hizo me fijé en su pijama, era de 2 piezas, blusa y pantalón, color rosado como de algodón y estaba estampada con muchos Monitos.

Al meterse en la cama comprobé que no se había puesto ropa interior, por lo que me dije, OH DIOS AL FIN!!, el plan parecía haber funcionado a la perfección.

Tomé la iniciativa y le di besitos por todas partes, EL FOREPLAY en toda su expresión!!!

Cuando me dispuse a quitarle la pijama, ella no me dejó, momento en el cual salieron en su defensa TODOS Y CADA UNO DE LOS MONITOS que tenía dibujados, los cuales tomaron forma material y me atacaron implacablemente!

Me pasé toda la noche en Lucha Libre contra los Monitos, en un combate enjaulado, sin reglas, ni límite de tiempo, todo esto narrado en tiempo real por Silvio Paulino y el staff de Dominicana de Espectáculos.

Al final los malditos monos demostraron tener más voluntad que yo, a las 5:00 A.M. vencido por la pelea, me rendí y desistí de seguir, esto sin haber logrado mi objetivo.

Al salir el sol, la amiga que andaba sin compañía, toco la puerta y entró, al hacerlo tenía una cara de complicidad, erróneamente creía que me había salido algo, por lo que con una sonrisa pícara preguntó ¿Cómo les fue? A lo cual respondí, afirmando que UNOS MONITOS ENTRARON A LA HABITACION Y ME GANARON EL COMBATE…

Ella al ver la pijama de su amiga comprendió el mensaje y se murió de la risa.

Desde ese día no visito el zoológico, ya que no se si podré controlar mi necesidad de venganza ante la golpiza que recibí aquella noche en Jarabacoa… jajaja